MI CONFRONTACION CON LA DOCENCIA

Soy Ingeniero Industrial (Titulado) con especialidad en Higiene y Seguridad Industrial egresado de la U.P.I.I.C.S.A. del Instituto Politécnico Nacional. Ingrese como profesor a nivel medio superior en el 2009 impartiendo la clase de Física y Matemáticas. Me inicie como maestro en secundaria en 1994 y a nivel medio superior 2009. Sinceramente comencé con esta aventura por necesidad económica, en ese entonces me encontraba sin empleo.

Cuando ingresé me sentí con la responsabilidad de que los alumnos aprendieran las matemáticas y la física. La forma en que impartía mi enseñanza era conforme a mi me la habían dado mis profesores cuando era estudiante; de aquellos maestros que me gustaba su método, su actitud hacia el grupo, sus consejos, el conocimiento y la experiencia que tenían de la materia. Ahora que soy maestro pienso que es una gran responsabilidad, porque somos transmisores de actitudes, valores, conocimientos, motivadores y descubridores de cualidades de los adolescentes. Siento que no es nada mas pararse frente al grupo, dar clase y dibujar una barrera imaginaria en la que los alumnos deben respetar. El tratar de conocer a los alumnos, sus necesidades, sus fortalezas, sus debilidades, su ideología, sus conocimientos y habilidades, etc. Permiten desempeñar la enseñanza con el menor número de problemas. Todo esto lo aprendí en el transcurso de los años.

En educación media superior comencé una nueva experiencia, acostumbrado a compartir parte de mi vida docente con alumnos de otro nivel, la de estar ahora con jóvenes con una madures diferente, significa que  ahora mi labor debe de estar más fortalecida. Los alumnos en este nivel comienzan a evolucionar con más criterio y conocimientos. La educación media es una etapa en la que se eligen especializaciones y los educandos tienen que estar preparados para ello y el enseñante es el encargado de encausarlos con los métodos actuales de la educación para que logren un perfil de egreso acorde a sus pretensiones. Por eso es importante que nos capacitemos y nos actualicemos para afrontar los nuevos retos que se nos presentan con una rapidez sorprendente.

 Al llegar a la escuela veo a algunos jóvenes jubilosos, sobre todo a los de primer ingreso, eso me levanta el ánimo. El saludo diario, el que me pregunten cómo estoy, si voy a ser su maestro el próximo semestre, etc. Pero lo más importante es saber que terminaron su bachillerato y que la aportación que les di fue provechosa para su desempeño.